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domingo, 30 de noviembre de 2014

JUAN PABLO II A POLONIA

JUAN PABLO II VISTÓ POLONIA 9 VECES:



 1979, 1983, 1987, 1991, 1991, 1995, 1997, 1999, 2002

PRIMERA PEREGRINACIÓN APOSTÓLICA A POLONIA    2 -10 JUNIO  1979


2 DE JUNIO

 El Cardenal Karol Wojtyla volvía a su amada Polonia como Papa conteniendo sus emociones con dificultad.
 Como buen polaco trataba de guardarlas para sus adentros y sonreía para no llorar se iba a encontrar con sus amigos y compañeros.



 Era 2 de junio de 1979, el año que Polonia recordaba el 9º centenario de la muerte de San Estanislao y vigilia de Pentecostés.
Llegada al aeropuerto de Okenie



La entrada del Papa a Varsovia fue apoteosica, llegandose a afirmar que ni las mas grandes figuras historicas del pais habian sido recibidas de manera tan masiva y solemne como lo hizo el Papa Juan Pablo II ese 2 de junio de 1979.

 Los peregrinos llegaron de todos los rincones del pais y aquellos que no encontraron una residencia o un hotel donde alojar fueron alojados en las iglesias de la capital polaca, que permanecieron abiertas durante toda la noche.


 A la misa en la Plaza de la Victoria, lugar donde se realizaban las principales celebraciones gubernamentales, en ese soleado y calido dia de verano, acudirian mas de 300 mil personas mientras otras 750 mil personas se reunian en las calles adyacentes.


 DIA 3


 DÍA 4  CZESTOCHOWA

 De Gniezno, el lunes 4 de junio de 1979 el Santo Padre Juan Pablo II peregrinó al Santuario mariano de Czestochowa.


 Era el dia que la Iglesia en Polonia celebraba la fiesta de Maria Madre de la Iglesia.
 El Papa que habia pertenecido al Episcopado polaco durante mas de 20 años como obispo, después arzobispo metropolitano de Krakow, y Cardenal, venia “a este santo lugar, en vigilante escucha pastoral para oir latir el corazon de la Iglesia y de la patria en el corazón de la Madre de Jasna Gora, santuario de la nación”.
  Después de rezar profundamente emocionado ante la Virgen de Jasna Gora, el Papa celebró la misa pontificial en la gran explanada de Jasna Gora ante una inmensa multitud.


¡Aquí estoy!... He llegado y revoco una vieja canción de la COnfederación de Bar

 - Nosotros, sirvientes de María, llevamos a cabo las órdenes de Cristo. ...El sirviente erigido de esta tierra, tomado del pie de Jasna Góra donde más de una vez estuve parado, de la misma manera como lo hacéis vosotros, y más de una vez me he arrodillado en la tierra desnuda, de la misma manera que lo hacéis vosotros durante horas y horas..."

 Éstas fueron las primeras palabras que el Santo Padre expresó en Jasna Góra. Seguidamente tuvo lugar una nueva Consagración a Maria, Madre de la Iglesia.

En peregrinación a su patria Juan Pablo II queria “confirmar y renovar el acto de consagración pronunciado en Jasna Gora el 3 de mayo de 1966, con ocasión del milenio de Polonia”


 Por la tarde participó de un encuentro de fe realizado bajo el signo de la milagrosa imagen de la Virgen Negra ante la iglesia de San Segismundo, ultima etapa de la peregrinación de la Virgen por las parroquias de la diócesis, y por la noche se reunió con un grupo de enfermos y les dirigió un discurso.



Ese martes 5 de junio se celebraba la 169ª Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Polaca, presidida por el primado, cardenal Stefan Wyszynski. Era el año de San Estanislao (Estanislao de Szeczepanów obispo de Krakow y miembro del episcopado polaco de entonces) y se recordaban los 900 años de su muerte a manos del rey Boleslao el Audaz en Skalka.
 El Santo Padre Juan Pablo II inauguró la sesión agradeciendo al Episcopado Polaco y a la Iglesia de Polonia

 A su término el Santo Padre presidió el Angelus, ese Angelus que se reza en la Plaza San Pedro todos los domingos y los dias festivos.
Pero esta vez lo hacia desde el centro mariano de Polonia: el Santuario de Jasna Gora.

 Por la tarde ante un millón de peregrinos procedentes de la Baja Silesia y de la Silesia de Opole el Santo Padre dedicó su homilía desde Jasna Gora al santuario de Santa Eduvigis en Trzebnica, en los alrededores de Wroclaw.
Y lo hacia por un motivo particular “porque La Providencia divina, en sus inescrutables designios, eligió el dia 16 de octubre de 1978, como el dia de cambio definitivo en mi vida. El 16 de octubre festeja la Iglesia en Polonia a Santa Eduvigis, y de ahí que me sienta particularmente obligado a dedicar hoy a la Iglesia en Polonia este recuerdo de la Santa, que además de ser patrona de la reconciliación con las naciones limítrofes, es también patrona del dia de la elección del primer polaco para la Cátedra de Pedro”


 Al anochecer del martes 5 de junio el Santo Padre participó en la plegaria que cada noche reúne a los peregrinos en torno a la Virgen Negra para lo que tradicionalmente se denomina “El llamamiento de Jasna Gora”.

 El Santo Padre pronunció un discurso que comenzó con estas palabras “Maria Reina de Polonia, estoy a tu lado, te recuerdo, vigilo! Palabras que se repiten “desde el tiempo de la gran novena de preparación para el milenio del bautismo y se convirtieron en el llamamiento de Jasna Gora y de la Iglesia en Polonia”

 Con la solemne celebración de la oración nocturna dirigida a Maria y al repique majestuoso de las campanas de Jasna Gora llegaba a su fin la intensa jornada del segundo dia de Juan Pablo II en Czestochowa.

DÍA 6



 A primera hora de la mañana del miércoles 6 de junio de 1979 el Santo Padre Juan Pablo II celebró una misa para los seminaristas del clero secular y religioso y para novicios y acólitos en el Santuario de Jasna Gora.


 Más tarde se reunió en la catedral de la Sagrada Familia con los sacerdotes polacos a quienes les hablo de su propia vocación en tierra polaca, su paso por el seminario “clandestino” durante la ocupación y su ordenación sacerdotal por parte del “inolvidable” cardenal Adam Stefan Sapieha y les habló con notable cariño del “gran encuentro con los sacerdotes mexicanos en el santuario de la Virgen de Guadalupe”.


 Les recordó también su carta a los sacerdotes del Jueves Santo de 1979. y “quiero expresar este ardiente deseo” - les dijo – que Polonia no cese de ser la patria de las vocaciones sacerdotales y la tierra del gran testimonio que se da a Cristo mediante el servicio de vuestra vida: mediante el ministerio de la Palabra y de la Eucaristía”.

 Por la tarde de ese mismo día, en la homilía de la celebración a la cual habían acudido un millón de obreros de la Alta Silesia y de la cuenca minera de Zaglebie, les hablo de la familia, de la razón de ser de la familia, que “el verdadero respeto del trabajo comporta la debida estima por la maternidad y no puede ser de otro modo. De esto depende también la salud moral de toda sociedad”. A estos “hombres del trabajo duro” les dijo “Os deseo que el trabajo que realizáis no cese de ser la fuente de vuestra fuerza social” les invitó a buscar a Dios, a encontrarlo en la oración…..

 Esa misma tarde, antes de salir hacia Krakow se despedía de Jasna Gora.

 Durante su estancia del tres día en el santuario, aproximadamente 3,5 millón de creyentes pudieron ver al Papa personalmente. Juan Pablo II dedicó la Iglesia Universal, la Patria entera, todas la gente y a él mismo a Nuestra Señora de Jasna Góra, anunciando: "¡Madre! Soy todo Suyo y todo que es mío es Suyo".

También donó la ROsa de Oro que constituye una de las distinciones papales más altas, otorgada por los méritos especiales para la Cristiandad entera.
 La tradición del otorgamiento de la Rosa de Oro data a los tiempos de la Edad Media.

 Fue puesta en el altar en la Capills de la Virgen.

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